Blaxploitation fue un movimiento cinematográfico que tuvo lugar en Estados Unidos a principios de los años 1970 con la comunidad afro-americana como protagonista principal y que consistió en un Boom de cine negro con bandas sonoras de conocidos artistas de la época. La escena clásica del blaxploitation es la persecución de coches por la ciudad de Detroit con música funk de fondo.
Sidney Poitier
Esta década dorada del cine afro-americano es el fruto de un crecimiento progresivo tanto del público como de los artistas de raza negra en Estados Unidos. Hasta los años 1950, las películas hechas por negros y para negros estaban relegadas a una especie de ghetto cinematográfico que recibió el nombre de race movies. Ya en los años 1950, la industria permite a algunos actores negros alguna pequeña incursión en sus filmes, casi siempre en papeles secundarios. Uno de los actores más célebres de esta época fue Sidney Poitier.
Una década más tarde, los movimientos sociales de raza negra, capitaneados primero por los Black Power y a mediados de los 60's por los Black Panthers, fueron generando un hervidero cultural que se convertiría en el caldo de cultivo de blaxploitation. Algunos novelistas de raza negra criticaron abiertamente los métodos violentos de estos grupos, parodiándolos e ironizando sobre ellos, de manera que por primera vez la cultura afro-americana se rebatía a sí misma.
En este contexto, en 1970 fue llevada al cine la novela Cottom Comes de Chester Himes, de la mano de Ossie Davis. Una historia ambientada en el Harlem, protagonizada por actores negros y con una banda sonora de funk-soul. Éste sería el embrión de la que sería la obra destinada a dar el pistoletazo de salida definitiva al género: Shaft (Gordon Parks, 1971). En ella, un apuesto y viril detective interpretado por Richard Roundtree recorría las calles del Harlem buscando a la hija de un conocido capo local, tarea para la cual, por otra parte, no renunciaba a emplear los métodos más expeditivos. En ésta se asentaban ya todas las características, que más tarde se convertirían en tópicos, del género. Pelos a lo afro, gafas inmensas y pantalones acampanados. Aún así, en ella todavía no aperecía la que sería más adelante la musa absoluta del blaxpoitation, Pam Grier, la protagonista de Jackie Brown.
Una década más tarde, los movimientos sociales de raza negra, capitaneados primero por los Black Power y a mediados de los 60's por los Black Panthers, fueron generando un hervidero cultural que se convertiría en el caldo de cultivo de blaxploitation. Algunos novelistas de raza negra criticaron abiertamente los métodos violentos de estos grupos, parodiándolos e ironizando sobre ellos, de manera que por primera vez la cultura afro-americana se rebatía a sí misma.
En este contexto, en 1970 fue llevada al cine la novela Cottom Comes de Chester Himes, de la mano de Ossie Davis. Una historia ambientada en el Harlem, protagonizada por actores negros y con una banda sonora de funk-soul. Éste sería el embrión de la que sería la obra destinada a dar el pistoletazo de salida definitiva al género: Shaft (Gordon Parks, 1971). En ella, un apuesto y viril detective interpretado por Richard Roundtree recorría las calles del Harlem buscando a la hija de un conocido capo local, tarea para la cual, por otra parte, no renunciaba a emplear los métodos más expeditivos. En ésta se asentaban ya todas las características, que más tarde se convertirían en tópicos, del género. Pelos a lo afro, gafas inmensas y pantalones acampanados. Aún así, en ella todavía no aperecía la que sería más adelante la musa absoluta del blaxpoitation, Pam Grier, la protagonista de Jackie Brown.
El movimiento musical
El término 'blaxploitation' se identifica también con el género musical que constituían las bandas sonoras de dichas películas. Algunos de los principales artífices del género fueron Curtis Mayfield, Isaac Hayes o James Brown, entre otros.
2 comentarios:
Interesante, Xela. No había caído en que esa chica es la misma que sale en "Jackie Brown". Desde luego, Tarantino sabe cómo recuperar iconos de otros tiempos.
si bueno era una curiosidad mas que nada
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